A la sombra del estrellato

Capítulo 1

Isabella Fairweather se despertó en un mundo que le resultaba demasiado familiar. De algún modo, se había convertido en un personaje de una novela titulada "El mundo espera mi fama", en la que compartía el mismo nombre y, por desgracia, el mismo destino trágico que el antagonista de la historia. Esta versión de Isabella no era más que un personaje de fondo, un "florero" destinado a ser eclipsado por la verdadera estrella, una chica con un aura deslumbrante que tenía a todo el mundo cautivado.

Mirando su teléfono, Isabella hizo una mueca. La industria del entretenimiento había sido una vez su dominio, donde había reinado como aclamada actriz principal. Ahora se encontraba rellenando calendarios repletos de actuaciones que chocaban con otras, al tiempo que se enfrentaba a crecientes sanciones si no cumplía. Había mucho en juego; un paso en falso podía arruinar por completo sus posibilidades.

En su vida anterior, Isabella había luchado con uñas y dientes por el éxito. La idea de ser un mero personaje secundario no le gustaba nada, pero en esta retorcida narrativa, la supervivencia tenía prioridad sobre el orgullo.

La primera prueba a la que se enfrentó en esta nueva realidad llegó durante un popular reality show en el que tanto ella como el protagonista eran invitados especiales. Previendo lo peor, se preparó para el desgarrador momento en que se vería eclipsada.

"¿Cómo ha conseguido este papel? No es digna de compartir escenario con alguien como mi ídolo", murmuraba un fan contrariado.

Sin embargo, cuando Isabella subió al escenario, ocurrió algo sorprendente. Su actuación, una mezcla de canto y baile, provocó vítores que resonaron en todo el recinto. Las redes sociales se llenaron de vídeos de su actuación que se hicieron virales, mostrando sus fascinantes movimientos y su impresionante carisma. Esa noche apareció en la portada de *The Herald*, con millones de visitas a su favor.

En un rincón, la protagonista de la historia, una competidora que antes había hecho sombra a Isabella, se quedó tanteando con una sonrisa forzada, su incomodidad palpable. Los telespectadores miraban, algunos divertidos y otros incrédulos.

"Vaya, eso debe doler", tuiteó un usuario, con el sarcasmo goteando de sus palabras.

Pero Isabella no estaba fuera de peligro. En otro drama, ella y el protagonista volvían a tener papeles cruciales. Se suponía que el guión original incluía escenas intensas en las que el personaje de Isabella iba a brillar. Desgraciadamente, se convirtió en un caos cuando la protagonista robó el protagonismo, desestimando los intentos de Isabella por brillar. La narrativa etiquetó a Isabella como la "Vasija Vacía", relegándola a la periferia de la industria y reduciendo sus oportunidades.

A medida que se acercaba la promoción del siguiente proyecto, se cernían negros nubarrones. Los trolls de Internet se regocijaban en el ridículo, proclamando: "¿Qué podría ofrecer esta interminable vasija vacía al lado de mi ídolo?

Era la hora de la verdad. En la pantalla, una mirada perdida entre las damas se convirtió en un momento icónico que captaba el amor perdido de Isabella, o eso creía el público. Su maestría con esa mirada de dolor sería homenajeada para siempre. Todos los espectadores reconocieron por fin su talento, redefiniendo la narrativa y convirtiendo su desdén en asombro.
Mientras tanto, la protagonista soportaba constantes críticas que la empujaban a ser trending topic por todas las razones equivocadas.

¡Mira eso! El verdadero vaso vacío es ella", comentó un observador en Internet, y de repente, las mareas empezaron a cambiar.

El destino jugó otra mala pasada cuando el rodaje de su último proyecto común coincidió con el estreno de la protagonista. Catastróficamente, las maniobras publicitarias diseñadas para eclipsar a Isabella florecieron sólo para ser perjudicadas en última instancia cuando su proyecto se hizo inesperadamente viral durante la misma ventana de tiempo, y sus taquillas colisionaron: la de Isabella se llevó el premio, y la del personaje principal fue un bombazo.

De vuelta al lugar de rodaje, una pancarta siniestra colgaba del techo: "¡Piérdete, artista fracasado! ¿Crees que te vas a ganar un Oscar?".

Sin embargo, en medio del caos, Isabella se volcó en la interpretación de un personaje -un alma torturada, Little Sweetheart- en una nueva comedia romántica que caló hondo en un amplio abanico de espectadores. Sus sucesivos elogios transformaron las mareas y la aclamaron como la nueva reina del cine romántico justo cuando estaba a punto de caer en desgracia.

Los proyectos de su rival empezaron a menguar, los contratos se deshicieron y un giro inesperado permitió la aparición de Isabella. Pero quedaba un grupo que seguía aferrado al pasado, algunos metafóricamente como sombras persistentes.

'¿Por qué este bomboncito acaparó tanta atención? Tiene que haber gato encerrado', refunfuñaban.

Entonces se produjo una sensación viral que conmocionó a las redes sociales. Un titular sensacionalista declaraba: "El elegante regreso de Duncan el Valiente", mientras salía de un coche de lujo y miraba con confianza hacia una villa imponente. Lo que antes había parecido un capítulo aburrido en la vida de Isabella ahora estaba reescribiendo las expectativas de su futuro. Se dio cuenta de que Duncan, una figura famosa de la industria, e Isabella estaban conectados de una forma que nadie había esperado.

En un mundo en el que las sombras se ciernen sobre ella, Isabella está decidida no sólo a reclamar su posición, sino a desenterrar su propia identidad más allá de esta narrativa, reescribiendo su futuro y definiendo lo que significa brillar de verdad.



Capítulo 2

Al mismo tiempo, la comunidad en línea se alborotó por las fastuosas posesiones de las que hace alarde una superestrella de la industria del entretenimiento, con propiedades, empresas, yates e islas, todo ello bajo el nombre de Isabella Fairweather, con el subtítulo: "Lo tengo, ¿alguna objeción?".

Ese día, The Herald se puso de rodillas.

#BreakingNews: ¡El nuevo Mejor Actor es un rico heredero!#

#Explosión: Rumores de romance entre nuestra superestrella y el nuevo protagonista! #

Los haters no se hicieron esperar: 'La pequeña es fea, supongo que soy yo'.

La sección de comentarios se inundó de vitriolo, un imponente muro de indignación que crecía por momentos. Se disparó en las listas de tendencias, con el eslogan de The Herald etiquetado como "explosivo".

El joven William, ayudante de Isabella, volvió con comida para llevar y la colocó sobre la mesa. Miró a Isabella, cuya expresión estaba nublada por la confusión mientras se desplazaba febrilmente por su teléfono. No respondas', le instó. No saben nada. Sólo se suben al carro".

Como no hubo reacción, el joven William se acercó tímidamente y cogió el teléfono de Isabella, preparado para un forcejeo. Pero lo consiguió, lo apagó y lo dejó a un lado.

Isabella se hundió de nuevo en el sofá, luchando por comprender cómo había podido ocurrirle aquella extraña situación.

No era sólo la despreciada Isabella Fairweather; era un galardonado Mejor Actor.

Hacía unos momentos, había salido de un festival de cine internacional. Recién galardonado con el premio al mejor actor por la película *El final*, acababa de entregar el trofeo a su ayudante y había cerrado los ojos para descansar un poco en el coche.

Ahora, se despertó como la Isabella Fairweather despatarrada en su sofá.

Rodeado de un entorno desconocido y acompañado por el asistente llamado Young William, el torrente de reacciones en línea le gritaba que había sido transportado a un mundo descrito en una novela titulada *El mundo espera mi fama*, un relato sobre la industria del entretenimiento.

Todo había empezado como una charla ociosa en una sala de maquillaje, cuando oyó a sus ayudantes hablar de cierto personaje, Lady Elara, que compartía nombre con él. Le llamó la atención, pero no le dio mucha importancia.

El protagonista de aquella novela, Gideon Blackwood, procede de una familia adinerada y debutó muy joven. Dotado de un aspecto llamativo y un talento excepcional, se convirtió en el niño mimado del mundo del espectáculo. Con el respaldo de gente poderosa, se hizo con recursos y alcanzó el estatus de superestrella con sólo veintiséis años, un auténtico triunfador en la vida.



Capítulo 3

Isabella Fairweather era la quintaesencia del cuento con moraleja sobre la belleza en el despiadado mundo de Hollywood. Creció en un orfanato, perdida en fantasías románticas, y sus sueños la empujaron a la implacable industria del entretenimiento, donde el talento solía quedar eclipsado por el carisma y los contactos. No tardó en llamar la atención por su impresionante aspecto, y consiguió un montón de anuncios y promociones que la convirtieron en una breve sensación.

Sin embargo, el brillo desapareció rápidamente. Al compartir agente con Gideon Blackwood, su éxito se convirtió en un arma de doble filo. A medida que sus carreras se entrelazaban, la competencia se intensificaba. Cada aparición conjunta era un espectáculo público, en el que Gideon no dudaba en mostrar su desprecio por ella. El escándalo estalló y la negatividad en Internet se descontroló, enterrándola en una montaña de mala prensa.

En un sector en el que una cara bonita no basta, los problemas de Isabella se acentuaron. El trolleo incesante de los fans y los críticos la llevó a cancelar contratos y a pagar cuantiosas multas. Un día, cayó fulminada, descubierta sin vida en su apartamento.

*

El joven William colocó meticulosamente la comida en la mesa y sirvió un vaso de agua a Isabella, que estaba tumbada en el sofá con los ojos cerrados. Oye, Isabella, tienes que comer algo. No querrás otro episodio de bajada de azúcar', le dijo en voz baja.

No importaba cuántas veces la viera, no podía deshacerse del hechizo de su belleza. Si se pudieran clasificar los rostros, el suyo estaría sin duda en el nivel superior, una verdadera belleza de nivel S.

Isabella abrió los ojos, haciendo una mueca de dolor al ver la grasienta comida para llevar. Antes le encantaba la comida picante, pero los años en la industria le habían destrozado el estómago. Hacía siglos que no comía algo tan rico.

¿Tienes algo más ligero? preguntó Isabella, mirando la comida con desagrado.

Claro", el joven William se apresuró a ofrecerle la sopa de postre más ligera que había preparado.

Isabella la cogió y respondió: "Gracias".

William la observó atentamente y se dio cuenta de que el habitual estado de ánimo sombrío de Isabella parecía haber mejorado. Tal vez había un atisbo de esperanza en sus ojos.

De repente, su teléfono sonó con un tono alegre. El joven William lo cogió y se levantó. Isabella, tengo que coger esta llamada".

Isabella asintió, removiendo distraídamente la sopa mientras contemplaba su presencia. Las cosas habían cambiado irrevocablemente y no podía evitar preguntarse si alguna vez podría volver atrás. Cuando él llegó, no se limitó a entrar en su vida como una cara más entre la multitud, sino que asumió todo lo que conllevaba la dramática historia de Isabella Fairweather.

Cuando el joven William regresó, se quedó de pie junto al sofá, con el teléfono en la mano, dudando un momento.

¿Qué pasa?", preguntó Isabella, percibiendo su reticencia.

¿Has terminado de comer? Tu coche te espera abajo. Wenfred el Escribano quiere que vayamos a la oficina", dijo William con voz preocupada. Comprendía los rumores que corrían por Internet; no sería una buena visita.
Wenfred el Escribiente. En un momento así, una citación en la oficina solía venir de un directivo o un ejecutivo, no de una charla amistosa.

De acuerdo, déjame que me ponga algo decente', respondió.

De pie junto al lavabo, Isabella vio su reflejo en el espejo. Hacía veintiséis años que aquel rostro era el suyo: los ojos almendrados, los pómulos altos e incluso la llamativa marca de belleza sobre las cejas eran compañeros familiares. Al parecer, el paso del tiempo no había hecho sino suavizar y rejuvenecer sus rasgos.

No pudo evitar esbozar una sonrisa de satisfacción, pensando que todo esto parecía absurdamente entrelazado. Cada día aportaba una capa más a esta caótica historia, y sintió que el drama que se estaba desarrollando no hacía más que volverse más intrigante.



Capítulo 4

En cuanto entró en el coche, sacó su teléfono y buscó "Isabella Fairweather". Apareció una página entera de artículos, llena de frases como "Florero sin talento", "Agujero negro académico" y "Las divas no son bienvenidas". Parecía que este último incidente había desenterrado todas sus polémicas pasadas.

Hizo clic en el post más trending, titulado #IsabellaFairweatherGoHome, donde ya se había compartido un vídeo.

El vídeo parecía ser de un programa en directo, y el presentador preguntaba: "¿Es tu primera vez en nuestro programa, Isabella? ¿Cómo te sientes?".

"¡Es muy interesante, pero los juegos son bastante agotadores! Todavía estoy intentando ponerme al día; ¡todo el mundo aquí es increíble!". respondió Isabella Fairweather con una sonrisa, aparentemente imperturbable.

Gideon Blackwood y tú pertenecéis a la misma agencia, según he oído. Pero en el partido de hoy no parecía haber química. ¿Cómo es vuestra relación fuera del programa?".

Isabella respondió sin rodeos: "No es familiar".

Gideon replicó: "Está bien".

Los ojos del anfitrión se iluminaron. "¡Tenemos opiniones diferentes! Escuchemos más sobre ello".

"Todo el mundo sabe que mi agencia tiene muchos seniors con talento, así que es normal que alguien como yo no llame la atención de Isabella. Seguiré trabajando duro. Pero no puedo negar que he oído hablar mucho de Isabella; es difícil pasar por alto a alguien tan guapa como ella". admitió Gideon con franqueza.

El tono de Duncan era ligero y humorístico mientras se burlaba de sí mismo, aparentando defender a Isabella. Aunque, en realidad, había insinuado que Isabella le tenía en poca estima.

Sabiendo perfectamente que su aspecto suscitaba un importante debate en Internet, lo mencionó en este contexto.

"¡Gideon está siendo demasiado modesto! Probablemente sus fans no estarían de acuerdo". bromeó el presentador.

Cuando llegó el turno de Isabella, comentó: "Todos estamos demasiado ocupados para conocernos".

Incluso el presentador pareció sorprendido por su respuesta y se apresuró a pasar a la siguiente pregunta.

'Sabemos que Gideon debutó como el mejor concursante en su programa de audición. Probablemente ha mejorado aún más en los últimos dos años. ¿Qué tal si nos obsequias con una actuación improvisada?".

Por supuesto. Gideon se ofreció de buen grado y no tardó en deslumbrar al público con una impresionante actuación que arrancó grandes ovaciones.

El presentador miró a Isabella y le preguntó: "¿Qué te ha parecido esta parte, Isabella?".

Estuvo genial, pero creo que le faltaron un par de notas altas durante el clímax", respondió Isabella, cambiando las tornas.

La tensión se palpaba en la pantalla y todos parecían contener la respiración. Gideon fue el primero en responder: "¡No puedes escapar de los agudos ojos de Isabella! He estado muy ocupado estos últimos meses, pero prometo sacar tiempo para practicar".

【Ugh, aquí vamos de nuevo. ¡Sabía que apuntaría a mi hermano! 】

【¡Esto es hilarante, hablando a lo grande mientras ella probablemente ni siquiera podía leer una partitura! ¡Que molesta Pequeña Fuerte!】

【Gosh, cómo podría olvidar la vez que se salió de ritmo y se avergonzó a sí misma. ¡Increíble Pequeña Fuerte!】


Capítulo 5

Isabella Fairweather recorrió sus redes sociales y sintió una abrumadora frustración. Los comentarios sobre Gideon Blackwood eran incesantes, la mayoría despectivos. Era evidente que se trataba de otro producto de la estrategia de marketing exagerada de la agencia, en la que incluso los don nadie podían alcanzar la fama. En lugar de gratitud hacia quienes apoyaron sus trayectorias, parecía que se tiraba por la ventana el respeto por los artistas veteranos. Estaba claro que esos tipos merecían caer en la oscuridad.

Pobre Gideon", pensó, con el corazón encogido mientras leía las críticas, "atado a esta empresa y atrapado en el fuego cruzado de estos imbéciles".

En ese momento, su teléfono se llenó de notificaciones y vio un hashtag en tendencia: #IsabellaFairweatherObituary. Se le encogió el corazón. Al hacer clic, apareció una sombría foto suya en blanco y negro, enmarcada en un grueso borde negro...

La sección de comentarios rebosaba vitriolo de sus detractores. La amargura era asfixiante, así que tiró el teléfono a un lado y se subió la capucha de la sudadera mientras se recostaba en el asiento e intentaba cerrar los ojos al mundo.

Estás despierta, Isabella. Hemos llegado", la voz del joven William se coló en sus pensamientos.

Parpadeó, desorientada, y se frotó las sienes. ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

Una media hora', respondió él, dándole una botella de agua que había preparado.

No podía creer lo profundamente que había dormido. Los días de sueño irregular parecían haberla alcanzado, un lujo extraño que no había sentido en lo que parecía una eternidad. Su cuerpo disfrutó del rejuvenecimiento y, por un instante, incluso se sintió más joven, más ligera.

Vámonos", dijo Isabella, sacudiéndose el cansancio persistente y siguiendo al joven William escaleras arriba hasta el tercer piso. Al tocar el picaporte, la puerta se abrió de par en par, dejando ver a un joven que no se había dado cuenta de que ella estaba allí. En cuanto la vio, sus ojos se entrecerraron con desprecio, seguido de un bufido desdeñoso mientras se apartaba, dándole la espalda para marcharse.

Isabella frunció el ceño. Hacía tiempo que nadie la miraba con tanto desdén.

¿Por qué estás ahí parada? Entra, deja que te atienda", la voz de Duncan el Valiente retumbó desde el despacho, con un tono poco acogedor.

Hola, Wenfred el Escribiente', saludó alegremente el joven William cuando entraron.

Isabella permaneció en silencio y tomó asiento frente a Wenfred, con sus ojos color miel clavados en los de él.

¿Por qué tienes esa actitud? preguntó Wenfred, frunciendo las cejas. Tenía fama de controlar férreamente a sus artistas, y estaba claro que esperaba que ella se sometiera a sus órdenes.

Tú eres la que está haciendo un berrinche", replicó Isabella con frialdad, rebosante de confianza. Te he dicho que te apartes. Gideon Blackwood es una pieza clave de la empresa. Lo avergonzaste en la televisión nacional, ¿y crees que tu pequeño estatus te salvará? Sus fans te ahogarían en su odio si fuera necesario".

¿Has visto los comentarios en línea? Echa un vistazo a tu propia agenda", respondió, arrojando una carpeta sobre la mesa.
Pasé innumerables noches en vela para conseguirte oportunidades. Fueron recursos ganados con mucho esfuerzo", continuó, con una frustración palpable.

Isabella abrió la carpeta y descubrió lucrativas apariciones en televisión, próximos papeles en películas y anuncios publicitarios, todo ello sin mencionar su nombre, siempre unido al de Gideon Blackwood. Estaban programados para aparecer en el mismo programa como invitados, él protagonizaría su última película y los anuncios sólo llevaban el nombre de Gideon.

La flagrante ausencia de reconocimiento era agotadora. Ya notaba que la realidad se le venía encima: avanzar en la industria compartiendo protagonismo no era su fuerte, y eso le escocía.

¿Esto te enfurece? insistió Wenfred, observándola con ojos penetrantes. Te lo dije: tu nombre no tendrá peso aquí hasta que aprendas a jugar. Gideon es tu camino hacia el éxito o tu perdición. Cuanto antes te des cuenta, mejor".

Isabella cerró la carpeta lentamente, contemplando su inquietante verdad. Era una paria en un reino que se nutría de ilusiones, y su lucha iba a ser larga.

El mundo del espectáculo era una arena salvaje, donde la fama fugaz podía desvanecerse en un instante, dejando los sueños hechos jirones. Pero ella no estaba dispuesta a dejar que su historia acabara aquí.



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