Atrapados entre melodías y sombras

Capítulo 1

**Título: La estrella fugitiva en el dolor de la fortuna**

**Autor: Su Xuejing**

Alaric Vance, el aclamado actor, se había desmelenado con una popular novela de drama romántico que tenía más de melodrama que de obra maestra. En sus páginas, un personaje secundario, el "cordero del sacrificio", se las ingeniaba para colarse en el mundo del espectáculo y arrebatar al protagonista su único y verdadero amor. El personaje de Alaric se casó entonces con una familia adinerada, pero fue brutalmente maltratado por su verdadero amor hasta quedar reducido a un lamentable cuento con moraleja sobre el amor que sale mal. Su vida se convirtió en un mero telón de fondo del idílico romance de la protagonista.

Entonces, en un giro del destino, Alarico se despertó un día y descubrió que había sido transmigrado al papel de ese mismo personaje sacrificado.

A medida que pasaban los días, pronto se hizo evidente que el protagonista, Gideon Sinclair, hervía de celos. Alaric no sólo había alcanzado la fama, sino que estaba eclipsando a Gideon, obteniendo cada vez más recursos y atención. Para colmo, incluso había conseguido conquistar al codiciado interés amoroso de Gideon.

Guía del lector:

1. 1. Protagonista villano y despreocupado X protagonista guapa y despreocupada.

2. Cada personaje es para siempre el uno del otro.

3. Dulce escapismo.

**Setting:** Alta sociedad, Esfera del Entretenimiento, Dulce Romance, Transmigrar a la Ficción.

**Personajes:** Personaje principal: Alaric Vance | Personaje secundario: Gideon Sinclair

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El sol entraba a raudales por los ventanales del amplio ático de Alaric en Los Ángeles, arrojando un suave resplandor sobre su decoración minimalista. Sentado con el portátil apoyado en las rodillas, tecleaba furiosamente la conclusión de una escena especialmente emotiva de su última serie dramática. Aunque Alaric interpretaba un papel diferente, el absurdo argumento de la novela seguía atormentándole, llenándole de incredulidad y determinación.

"¿Cómo he podido dejar que pasara esto?". murmuró Alaric. Hizo una mueca al recordar cómo el personaje original soportaba un sufrimiento interminable a manos del personaje de Gideon. La ira bullía en su interior. Con la determinación encendida, se echó hacia atrás y sopesó su próximo movimiento para liberarse de este destino programado.

Sus pensamientos se vieron bruscamente interrumpidos por un golpe seco en la puerta. Era su agente, Amelia Bright, que irrumpía en la puerta con un entusiasmo que irradiaba de ella como la luz del sol.

"¡Alaric! ¿Has visto las últimas cifras? Tus películas son tendencia y todo el mundo habla de ti. Hasta los críticos hablan de ti", exclama con los ojos brillantes.

Alaric enarcó una ceja y una sonrisa se dibujó en sus labios. "Sólo escapo de las garras de la insignificancia, Amelia".

Con una palmada en el hombro, Amelia añadió: "Con este ímpetu, podrías llevarte el premio al mejor actor el año que viene. Quién sabe, incluso podrías conseguir un apoyo de Galactic Holdings".

Pero no se trataba sólo de premios. Bajo el brillo y el glamour, Alaric luchaba contra la creciente ola de ansiedad. Su sola presencia estaba reescribiendo el guión de su vida. ¿Le permitiría Gideon vivir cómodamente bajo los focos sin que sus garras se clavaran en él? O peor aún, ¿le presionaría demasiado y crearía una brecha irreparable entre ellos?
Los días pasaban en un torbellino de reuniones de estudio y eventos de alfombra roja, con Alaric cada vez más seguro de sí mismo. Sin embargo, en las sombras, Gideon acechaba, sus ojos se entrecerraban cada vez que Alaric prosperaba.

Una noche en la exclusiva Taberna, donde las estrellas se mezclaban y cuchicheaban sobre su grandeza, Alaric se encontró cara a cara con Gideon. La tensión palpable atrajo las miradas de quienes los rodeaban. La vibrante charla se desvaneció cuando la mirada de Alaric se clavó en la feroz determinación de Gideon.

Alaric", empezó Gideon, con voz grave, "¿crees que puedes robármelo todo? ¿Mis proyectos, mi fama... mi amor?".

Gideon, esto no es una competición", replicó Alaric con frialdad, reprimiendo el temblor de nerviosismo que sentía en el pecho. Vamos a ver quién brilla de verdad. No me echaré atrás tan fácilmente".

Mientras las palabras flotaban en el aire entre ellos, Alaric sintió una emoción electrizante, pero también miedo. ¿Estaba siendo imprudente? Los límites de este mundo imaginario en el que se había adentrado empezaban a desdibujarse, acercándolo a las llamas de la realidad: no se trataba de un mero guión, sino de su realidad.

Mientras navegaba por las pruebas de la fama, Alaric comprendió un hecho innegable: tenía la oportunidad de reescribir su propio destino, de existir no sólo como un cuento con moraleja, sino como el protagonista de esta historia en desarrollo.

Esto era sólo el principio, y Alaric Vance aprovecharía cada momento que se le presentara, negándose a ser el peón sacrificado en el juego de nadie.



Capítulo 2

En el frío cortante de pleno invierno, Alaric Vance exhaló y su aliento se cristalizó en el aire gélido. La lluvia incesante que había comenzado la noche anterior hacía que el frío húmedo fuera mucho peor que el mero frío.

Incluso con la calefacción a tope en el estudio, el agua fría que goteaba del grifo bastaba para hacer temblar a cualquiera.

Alaric se echó un puñado de aquella agua helada en la cara, y le caló hasta los huesos. Cuando abrió los ojos, vio su reflejo en el espejo: guapo hasta la médula, con un par de expresivos ojos en flor de melocotón que arrancarían innumerables gritos de las fans.

Pero por muy bonita que fuera esa imagen, no podía evitar la sensación de que quería recuperar su antigua cara. Su aspecto anterior tampoco era nada del otro mundo.

Alaric, vamos, ¡ya basta! Tu cara se está poniendo roja por el frío... Isabella Morgan, su ansiosa ayudante, se acercó con una toalla limpia. Sé que estás enfadado, pero también tienes que cuidarte".

Cogió la toalla y se frotó la piel empapada. Sólo estoy un poco mareado. Estoy bien.

Isabella frunció el ceño, su preocupación evidente mientras la incredulidad parpadeaba en sus ojos.

Alaric soltó una leve risita. No te lo crees, ¿verdad? Pero de verdad que estoy bien'.

Hacía unos instantes, había recibido una pequeña estatuilla dorada al ser nombrado Mejor Actor, completando así una importante terna de premios. Ahora se encontraba en un lugar desconocido, encarnando a otra persona. En el bolsillo llevaba una hoja arrugada que, al aplastarla, resultó ser la última página de un acuerdo de divorcio. Definitivamente, necesitaba un momento de lucidez.

Tras un breve monólogo con su ayudante, empezó a reconstruir la verdad sobre su nueva identidad: un personaje de una novela de amor puro.

**El Dolor de la Fortuna: La estrella fugitiva** se publicó célebremente en la Ciudad Literaria de Greenriver, una mezcla melodramática de llantos, levantamientos, venganzas, amores agridulces y momentos de bofetada, que le valió el dudoso título de Mejor Novela Tonta Anual. Marcó una huella inolvidable en el paisaje de las historias de amor puro.

Alaric conocía muy bien este libro en particular, no sólo por su escandaloso drama, sino porque en él aparecía un personaje secundario que compartía su nombre. Y ahora, se había convertido en ese mismo Alaric Vance.

¿El trágico giro? El Alaric del libro no era un héroe, sino un mero personaje secundario destinado a circunstancias desafortunadas.

Este personaje había sido escrito como un papel de aluminio para el protagonista: El buen aspecto del abuelo de Alarico lo convertía en algo parecido a un rompecorazones, mientras que el protagonista era descrito como un hombre pulcro y memorable por sus grandes y expresivos ojos. El primero procedía de una familia aristocrática, colmada de amor y atención por parte de sus padres y su hermano, mientras que el segundo creció en la pobreza, con una madre que despreciaba su origen familiar y un padre que ahogaba sus penas en la bebida, recurriendo a menudo a la violencia.

Mientras un personaje era arrogante y tendía a hablar antes de pensar, el otro encarnaba la humildad y el lema "piénsatelo dos veces antes de actuar".
Estos dos individuos tan diferentes estaban destinados a cruzarse, ya que eran primos de sangre. Naturalmente, este choque desembocó en un conflicto. Al principio, Alarico despreció al protagonista, pero pronto se encendieron los celos cuando la fortuna de éste empezó a aumentar. La rivalidad no tardó en convertirse en desprecio público, y los planes de Alarico para socavar al protagonista no tuvieron límites, alimentados por una determinación casi posesiva.

En un acto de arrogancia, incluso arrebató a la amada del protagonista, casándose con dinero, haciendo alarde de esta victoria delante de su primo para que todos la vieran.



Capítulo 3

¿Quién iba a pensar que la ex de Alaric Vance no era su alma gemela predestinada? El día en que iba a casarse con su amor de toda la vida, Alaric, achispado, se encontró en la taberna con una misteriosa desconocida. Lo que siguió fue una explosiva historia de "vamos a mantenerlo casual, sin ataduras, pero no puedo evitar enamorarme de ti... ¿por qué no me correspondes?". Naturalmente, la ex de Alaric jugó un papel importante, consiguiendo hacerse con el gran título de "Jugadora más valiosa" en el mayor drama del año al haberse acostado con los dos preciados compañeros de Alaric antes de acabar arruinada, sola y herida en la calle.

Alaric sólo pudo parpadear incrédulo: "No puedo creer que esta sea la situación".

Uno de los hombres de la protagonista está estrictamente fuera de los límites, una ley tan inflexible como las normas que rigen el harén de una cazadora de dragones: nadie puede acabar con ellos. Cuando regresó al camerino, Alaric cerró los ojos y dejó que su maquilladora le aplicara los cosméticos mientras él mantenía los dedos enroscados en torno a un acuerdo de divorcio arrugado que sentía como una pequeña bola de fuego caliente en el bolsillo.

El protagonista, conocido como "El Héroe", era prácticamente perfecto: un coeficiente intelectual de 180, una herencia mixta que enloquecía los corazones, un amante sin igual con dominio de los negocios globales. Una sola palabra suya podía llevar a toda la empresa a la ruina.

Con alguien tan intachable, ¿por qué iba cualquier persona cuerda a enzarzarse en una batalla de ingenio que sólo podía describirse como "¿Quieres jugar o quieres que me enamore de ti?". En los últimos capítulos de la historia, el autor intentó frenéticamente remendar la imagen del primer amor de Alarico.

Al principio, lo retrató como un ídolo frío y distante, que dejaba a Alaric cautivado, pero cuando llegó el momento de que Alaric acabara feliz para siempre con "El Héroe", el autor tuvo que oscurecer la reputación del antiguo amor de Alaric, convirtiéndolo en el villano definitivo: implacable e implacable, con una mirada que gritaba: "Acabaré con todos vosotros cuando se me rompa la cordura".

Una vez rota la ilusión de perfección, todo el enamoramiento de Alarico se desmoronó al rendirse al "Héroe". Sin embargo, el autor, tal vez demasiado absorto en el relato, dotó al antiguo amante de una ventaja insuperable, para después enfrentarlo al "Héroe", creando un agujero argumental insalvable. La resolución llega demasiado repentinamente con la trágica muerte del antiguo amante, un final tópico que parece haber sido improvisado a toda prisa.

Ahora, consciente de la inminencia de los acontecimientos, siente un calor insoportable en la piel al tener el acuerdo de divorcio a medio terminar.

Si la memoria no le fallaba, antes de que su ex fuera expulsada, había manipulado a "El Héroe" y a Alaric en numerosas ocasiones. Con su personalidad dominante, no era exagerado decir que, aparte de sus co-conspiradores, no había casi nadie que no hubiera sido tocado por sus planes a lo largo de la historia.

Dejando a un lado el divorcio, las secuelas iban a traer el caos, por no mencionar el inevitable descenso de Gideon Sinclair a las tinieblas, que sería como aplastar a una hormiguita. En un abrir y cerrar de ojos, el antiguo yo de Alaric había orquestado su propia desaparición.
Aunque despiadado, no era tonto. Sus desastrosos movimientos eran deliberados: era el sabor del momento para "El Héroe".

Sí, en ese momento crucial, se había convencido a sí mismo de que era él quien estaba destinado a estar con "El Héroe", sólo para decidir volver a utilizar los mismos trucos para robarle el corazón a Alaric.

Y todos sabemos cómo se desarrolla el resto. [Saludo de despedida]

Todo listo", dijo el maquillador, rociándolo con un spray fijador. "No te aplicaré color en los labios porque creo que tu tono natural es fabuloso tal como está y saldrá muy bien en las fotos".

Gracias, Ivy', respondió Alaric, esbozando una sonrisa. Has dado en el clavo".



Capítulo 4

En el bullicioso estudio, las luces del escenario brillaban con fuerza, iluminando el decorado y llenando de energía al público. Alaric Vance, sentado en el segundo asiento entre cuatro invitados, estaba flanqueado por sus compañeros de equipo: el protagonista, Lucius Arkwright, el amigo solidario de Lucius, Septimus Eldridge, y el silencioso jugador de fondo, Orion Hastings. Alaric no pudo evitar sentir cierta ventaja táctica, ya que compartía banda con Lucius.

Este segmento mostraba un momento que había sido urdido por el predecesor de Alaric, una desafortunada mezcla de destino y ambición. Lucius, un cantante prometedor, había sido empujado a un centro de atención para el que no estaba preparado. Alaric había visto los problemas médicos de Lucius y los utilizó a su favor, obligándole a actuar en directo en el programa. ¿El resultado? Una actuación plagada de notas perdidas y desafinaciones embarazosas que avivaron el fuego de las habladurías y decepcionaron a muchos fans. Pero, por supuesto, la titubeante actuación de Lucius no hizo sino suscitar más atención y simpatía entre sus fans. Sorprendentemente, este fiasco llamó la atención de la élite de la industria, lo que provocó una avalancha de recursos destinados a Lucius.

Al comenzar la segunda mitad del programa, Alaric se anticipó a las consecuencias del desastre anterior de Lucius. Alaric se dio cuenta de que la tormenta de marketing que se arremolinaba en torno a Lucius había sido, en parte, orquestada por él mismo. Sin el antiguo jugador, dejó las secuelas en manos del equipo de gestión de Lucius.

El presentador agarró el micrófono y comentó: "¡Parece que todo el mundo está todavía zumbando por la actuación anterior de Lucius!".

Lucius esbozó una sonrisa encantadora. "Me alegro de que a la gente le haya gustado. Hay más canciones estupendas en mi álbum, 'Here', y espero que alegren a todo el mundo".

Alaric miró a Lucius. A pesar de los contratiempos, Lucius parecía animado y vibrante, sin mostrar nada de la agitación que cabría esperar después de una desgracia pública.

Devolviendo la mirada, Lucius continuó con un brillo pícaro en los ojos: "Sinceramente, no puedo aceptar todos estos elogios. Mis habilidades como cantante son las peores del grupo. Sobre todo en comparación con Yan, Autumn y Star, que son mucho mejores que yo. Yan recibe cumplidos de nuestros profesores todo el tiempo".

Hablaba con una calma sin esfuerzo, cada sílaba se deslizaba por su lengua con fluida gracia. Sin embargo, un sentimiento inquietante comenzó a gestarse dentro de Alaric.

Las siguientes palabras de Lucius hicieron que su corazón se acelerara: "¿Por qué no hacemos que Yan también cante una canción?".

Alaric enarcó una ceja, sospechando. Esto no estaba en el plan original. ¿Su despertar había provocado un efecto dominó en la línea temporal? El tono de Lucius no admitía discusión. Estaba claro que creía que Alaric no podía hacerle sombra.

Ante las caras de emoción del público, Alaric sabía que no podía negarse en redondo, pero tenía que encontrar la manera de esquivar esta bola curva. "Voy a pasar de cantar", declaró con firmeza.

"¿Por qué no? respondió Lucius, fingiendo sorpresa. "¡No seas tímido, Alaric! Eres el talento de nuestro equipo".

"Bueno, estaría de acuerdo contigo", respondió Alaric, haciendo acopio de toda su chulería, "pero últimamente he estado trabajando en mi aspecto. Creo que es mejor que no me quite el protagonismo".
"¡Vamos, ya eres superguapo!", gritó un fan, desatando las risas entre el público.

Alaric se volvió hacia la fuente de la voz con una sonrisa, y luego sugirió: "Pero con el ánimo de entreteneros a todos, ¿qué tal si en vez de eso os toco una melodía?".

El presentador se rió entre dientes y comentó: "¡Podríamos cambiar el nombre de este programa por el de 'Escaparate de talentos'! ¿Qué le parece, Director Roland?".

Roland, pillado con la guardia baja, se limitó a encogerse de hombros: "Mientras todos estén contentos".

Una vez que Alaric hubo afinado la guitarra, el presentador anunció: "A continuación, demos la bienvenida a Alaric Vance, del Colectivo Mu, que tocará una pieza muy especial con una guitarra prestada por nuestro vecino secreto. Démosle un gran aplauso".



Capítulo 5

Mientras los aplausos de los aficionados resonaban en la sala, los gritos de "¡Alaric es el mejor!" mezclados con otros animados vítores llenaban el aire.

Poco a poco, los aplausos se fueron apagando y Alaric Vance acarició su guitarra, rasgando las cuerdas. Las vibrantes notas salieron en cascada, llenando el recinto. Alaric, que en un principio se presentó como solista, tenía una trayectoria dedicada a la música: cantaba, escribía, componía y estudiaba el oficio. A pesar de haberse dedicado a la interpretación, a menudo cogía la guitarra en sus ratos libres y le resultaba muy fácil rasguear algunos acordes.

Para esta actuación, eligió inteligentemente una canción que la mayoría de sus fans reconocerían y apreciarían: el tema de debut del Mu Collective, titulado "In This Moment".

Tras unos pocos compases, los fans más veteranos se encendieron de sorpresa, asintiendo con la cabeza y cantando en voz baja la melodía. Al poco tiempo, muchos más fans se unieron y pronto la voz colectiva surgió en The Studio como una ola, armonizando maravillosamente con la guitarra de Alaric.

Cuando la última nota resonó en el silencio, los dedos de Alaric descansaron sobre las cuerdas y el público disfrutó de la persistente melodía.

Momentos después, un atronador aplauso estalló como si el océano se hubiera desbordado.

En un rincón sombrío del Estudio, un hombre alto se recostó contra la pared, con los ojos cerrados. La tenue luz ensombrecía la mitad de su rostro, acentuando sus llamativos rasgos.

Señora, nunca he estudiado música. ¿Puede decirme cómo cree que toca esa guitarra? Beatrix Thorne intervino desde la barandilla, aplaudiendo junto con la multitud, y luego sonrió con un pensamiento repentino. "¡Pero no debe ser ni de lejos tan bueno como nuestro joven genio!".

Gideon Sinclair abrió los ojos, sus iris de un tono claro, fríos pero contemplativos.

Abajo, el joven intérprete colocó la mano derecha sobre su corazón, inclinándose hacia el público en una encantadora muestra que era cualquier cosa menos rígida. Los estruendosos aplausos y los gritos de éxtasis parecían a punto de levantar el Estudio de sus cimientos.

Alaric Vance levantó la vista, una sonrisa adornó sus labios mientras las comisuras de sus ojos se arrugaban, la calidez alcanzaba su mirada.

A Gideon Sinclair siempre le había costado entender el encaprichamiento de los fans con Alaric Vance, un playboy infame. Pero en ese momento, bajo las luces del escenario, por fin comprendió el encanto. Alaric era realmente un espectáculo para la vista.

Una sonrisa sarcástica se dibujó en los labios de Gideon mientras se apartaba del espectáculo. Me largo de aquí".

¿Por qué tienes tanta prisa? Beatrix le gritó: "Nuestro joven genio aún no ha terminado de abrazar su guitarra".

Gideon hizo una pausa y miró su reloj: "Ya he pasado la mitad del día contigo y tengo asuntos más urgentes que atender".

¡Eh, eh, eh! Siento que nuestra amistad está llegando a su fin; ¡me has roto el corazón en mil pedazos! Beatrix fingió angustia y se puso las manos contra el pecho. Después de que Gideon replicara molesto: "Vete de una vez", bajó las escaleras corriendo hacia el miembro del personal que sostenía la guitarra de Alaric. Vuelvo enseguida. Espérame".
Gideon soltó un suspiro exasperado y se quedó quieto mientras comprobaba si había mensajes en su teléfono.

Tras hojear algunas de las bromas de sus compañeros en el chat de grupo, un nuevo mensaje captó su atención.

Sus pupilas se dilataron al leer las palabras que aparecían en la pantalla.



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